miércoles, 14 de enero de 2015

LA EFICACIA DE LOS DIÁLOGOS O EL ARTE DE SUGERIR

Del LibroTaller: Caminos del Cuento o Contar de Súbito, por Juan Manuel Parada.

Sin duda, los diálogos de ficción poseen un poder constructivo o destructivo para las historias. Del autor depende su buen o mal uso, su intencionalidad, su función. Un diálogo bien construido es una de las formas más eficaces y creíbles para la narración. Eficaz porque tiene la virtud de informar aspectos importantes de la trama y creíble porque es de boca del personaje que surge dicha información, sin intermediarios, sin autor que se interponga. Al ser miméticos, como diría Aristóteles, reproducen la realidad y por ende son  verosímiles.

Ahora bien, suministrar información no puede ser la premisa de un diálogo, es importante, pero debe estar inmersa en una atmósfera emocional, recordemos a Simón Rodríguez: Sino se hace sentir, no comunica.

Veamos algunos elementos claves a considerar cuando se construye un diálogo: 

1-Comprensibles: Deben ser claros y directos.
2-Significativos: Deben emocionar a la vez que comunican.
3-Necesarios: Pueden ser significativos pero sino son necesarios, entorpecen la trama.
4-Verosímiles: Deben ser coherentes con el mundo de la ficción a la que pertenecen.
5-Apropiados: Deben estar ajustados a cada personaje, a su psique y contexto.
6-Concisos: Deben ser justos tanto en palabras como en contenidos.
7-Interesantes: Deben crear expectativas, siendo aliciente para seguir leyendo.
8-Dinámicos: Deben impulsar la acción, favorecer la historia yendo hacia el final.
9-Versátiles: Deben llevar los significados más allá de lo que dicen literalmente.
10- Continuos: Deben dar continuidad a las acciones, dando unidad a la historia.
11- Naturales: Deben huir de las poses, del rebuscamiento y del “lenguaje elevado”.
12- Sugerentes: Deben abrir posibilidades más allá de lo que se dice con las palabras. 
13- Complementarios: Deben enriquecer lo que se dice con otros recursos literarios.

Para ilustrar con mayor eficacia este “recetario” que acabo de enumerar, le abriré paso a un gigante que sí supo poner en práctica las técnicas de un buen diálogo a favor del relato breve: Ernest Hemingway. Lee con atención este fragmento que transcribo y descubre en cada parlamento la maestría del autor. 

Las nieves del Kilimanjaro (Fragmento) 
-Dime qué puedo hacer. Te lo ruego. Ha de existir algo que yo sea capaz de hacer.
-Puedes irte; eso te calmaría. Aunque dudo que puedas hacerlo. Tal vez será mejor que me mates. Ahora tienes mejor puntería. Yo te enseñé a tirar, ¿no?
-No me hables así, por favor. ¿No podría leerte algo?
-¿Leerme qué?
-Cualquier libro de los que no hayamos leído. Han quedado algunos.
(HASTA ESTE PUNTO EL RELATO NOS SUGIERE UNA SITUACIÓN CRÍTICA, TENSA, ENTRE DOS PERSONAS, UNA DE LAS CUALES QUIERE HACER ALGO POR OTRA QUE NO ESPERA NADA, INCLUSO PARECE DECEPCIONADA. FÍJATE QUE LA MAYORÍA DE DIÁLOGOS EFICACES SE DESARROLLAN EN UN CONFLICTO. SI ESTUVIERAN DE ACUERDO EN SUS IDEAS ¿PARA QUÉ ESTABLECER UN DIÁLOGO? EL ANTAGONISMO ES LO QUE GENERA TENSIÓN, INTENSIDAD, INTERÉS Y CONTINUIDAD).
-No puedo prestar atención. Hablar es más fácil. Así nos peleamos, y no deja de ser un buen pasatiempo.
(NOS SUGIERE UNA RELACIÓN CRÍTICA)
-Para mí, no. Nunca quiero pelearme. Y no lo hagamos más. No demos más importancia a mis nervios, tampoco. Quizá vuelvan hoy mismo con otro camión. Tal vez venga el avión...
-No quiero moverme -manifestó el hombre-. No vale la pena ahora; lo haría únicamente si supiera que con ello te encontrarías más cómoda.
-Eso es hablar con cobardía.
-¿No puedes dejar que un hombre muera lo más tranquilamente posible, sin dirigirle epítetos ofensivos? ¿Qué se gana con insultarme?
-Es que no vas a morir.
-No seas tonta. Ya me estoy muriendo. Mira esos bastardos -y levantó la vista hacia los enormes y repugnantes pájaros, con las cabezas peladas hundidas entre las abultadas plumas. En aquel instante bajó otro y, después de correr con rapidez, se acercó con lentitud hacia el grupo.
-Siempre están cerca de los campamentos. ¿No te habías fijado nunca? Además, no puedes morir si no te abandonas...
-¿Dónde has leído eso? ¡Maldición! ¡Qué estúpida eres!
-Podrías pensar en otra cosa.
-¡Por el amor de Dios! -exclamó-. Eso es lo que he estado haciendo.
VERÁS QUE EL AUTOR HA SUMINISTRADO INFORMACIÓN SUFICIENTE A TRAVÉS DE SUS PERSONAJES Y NOS PONE AL TANTO DE ALGUNOS ELEMENTOS QUE SUSTENTAN EL RELATO: UN HOMBRE ESTÁ ENFERMO, LA MUJER LO CUIDA. ÉL ESTÁ DECEPCIONADO. ELLA LO AMA O SUPONE QUE LO AMA. ESTÁ ANGUSTIADA, QUIERE ATENDERLE. ESPERAN A UN MEDIO DE TRANSPORTE PARA PODER SALVARSE. EL HOMBRE NO LA ESTIMA. OBSERVA QUE PESE A ESTAR DANDO INFORMACIÓN VALIOSA, SIEMPRE ESTÁ PRESENTE LA ATMÓSFERA EMOTIVA, ES CLAVE EN EL DIÁLOGO.
(…)
-¿No quieres que lea, entonces? -preguntó la mujer, que estaba sentada en una silla de lona, junto al catre-. Se está levantando la brisa.
(NOS SUGIERE QUE ESTÁN EN UNA ESPECIE DE HABITACIÓN, SIN SER DIRECTO)
-No, gracias.
-Quizá venga el camión.
-Al diablo con él. No me importa un comino.
-A mí, sí.
-A ti también te importan un bledo muchas cosas que para mí tienen valor.
-No tantas, Harry.
(NOS SUGIERE UNA RELACIÓN DESGASTADA, EN PROBLEMAS)
-¿Qué te parece si bebemos algo?
-Creo que te hará daño. Dijeron que debías evitar todo contacto con el alcohol. En todo caso, no te conviene beber.
-¡Molo! -gritó él.
-Sí, bwana.
-Trae whisky con soda.
-Sí, bwana.
-¿Por qué bebes? No deberías hacerlo -le reprochó la mujer-. Eso es lo que entiendo por abandono. Sé que te hará daño.
-No. Me sienta bien.
(…)
-Quisiera no haber venido a este lugar -dijo la mujer. Lo estaba mirando mientras tenía el vaso en la mano y apretaba los labios-. Nunca te hubiera ocurrido nada semejante en París. Siempre dijiste que te gustaba París. Podíamos habernos quedado allí, entonces, o haber ido a otro sitio. Yo hubiera ido a cualquier otra parte. Dije, por supuesto, que iría adonde tú quisieras. Pero si tenías ganas de cazar, podíamos ir a Hungría y vivir con más comodidad y seguridad.
(LA MUJER INFORMA SOBRE SUS ORÍGENES SOCIALES, SU ESTATUS Y SUGIERE TAMBIÉN EL LUGAR DONDE ESTÁN, ALGO PRECARIO, LEJANO,  PELIGROSO, ÁFRICA QUIZÁ).
-¡Tu maldito dinero!
(ESTA BREVÍSIMA INFORMACIÓN NOS DELATA LA RELACIÓN DE PODER QUE IMPERA EN LA PAREJA).
-No es justo lo que dices. Bien sabes que siempre ha sido tan tuyo como mío. Lo abandoné todo, te seguí por todas partes y he hecho todo lo que se te ha ocurrido que hiciese. Pero quisiera no haber pisado nunca estas tierras.
-Dijiste que te gustaba mucho.
-Sí, pero cuando tú estabas bien. Ahora lo odio todo. Y no veo por qué tuvo que sucederte lo de la infección en la pierna. ¿Qué hemos hecho para que nos ocurra?
(OBSERVA LA MAGISTRAL RESPUESTA DE HARRY)
-Creo que lo que hice fue olvidarme de ponerle yodo en seguida. Entonces no le di importancia porque nunca había tenido ninguna infección. Y después, cuando empeoró la herida y tuvimos que utilizar esa débil solución fénica, por haberse derramado los otros antisépticos, se paralizaron los vasos sanguíneos y comenzó la gangrena. -Mirándola, agregó-: ¿Qué otra cosa, pues?
(FÍJATE CÓMO ALUDE A UN TRUCO SENCILLO PARA DAR INFORMACIÓN IMPORTANTE DE CÓMO SE ENFERMÓ EL HOMBRE, RESPONDIENDO (EVADIENDO) LA PREGUNTA ¿QUÉ HEMOS HECHO PARA QUE NOS OCURRA?)
-No me refiero a eso.
-Si hubiésemos contratado a un buen mecánico en vez de un imbécil conductor kikuyú, hubiera averiguado si había combustible y no hubiera dejado que se quemara ese cojinete...
-No me refiero a eso.
-Si no te hubieses separado de tu propia gente, de tu maldita gente de Old Westbury, Saratoga, Palm Beach, para seguirme...
-¡Caramba! Te amaba. No tienes razón al hablar así. Ahora también te quiero. Y te querré siempre. ¿Acaso no me quieres tú?
(MAGNÍFICO EL HECHO DE LLEVAR EL RELATO HACIA EL PLANO PERSONAL, LUEGO DE HABER EXPLICADO LA SITUACIÓN MATERIAL QUE OCASIONÓ LA GANGRENA).
-No -respondió el hombre-. No lo creo. Nunca te he querido.
(AFIRMA LO QUE NOS HA SUGERIDO ANTES, POR MEDIO DE SU TONO Y SU DISCURSO).
-¿Qué estás diciendo, Harry? ¿Has perdido el conocimiento?
-No. No tengo ni siquiera conocimiento para perder. 

Debo recordar que inicié este tema mencionando el poder constructivo o destructivo de los diálogos de ficción. Ya he ilustrado lo importante de su buen uso para el discurso narrativo y es necesario enfatizar que una aplicación mediocre de este recurso podría enterrar la historia. Caer en errores como la vacuidad, el exceso, el artificio, la frialdad… trae como consecuencia el hundimiento de un cuento por muy bien narrado que venga.

Me atreveré a sugerir algunos de lo problemas más frecuentes de un diálogo: 

-Abuso de lo formal: Diálogos muy respetuosos de las reglas gramaticales. Tienden a ser fríos, inverosímiles, encorsetados.
-Excesivamente largos: Cuando carecen de la concisión y precisión propias del relato breve. No hay medida, ni limitaciones, pero cada diálogo (como cada oración del relato) debe tener las palabras y signos precisos, ni más ni menos. Redundar sólo en los casos que el discurso lo amerite para enriquecer la trama o caracterizar un personaje. 
-Homogeneidad en los discursos: Todos los personajes hablan igual, no hay matices, no hay caracterizaciones individuales. Hablan igual Ella y Él.
-Diálogos discursivos: Se abusa de la emisión de conceptos abstractos a través de los diálogos. Tienden a ser aburridos.
-Carencia de matices: Diálogos extremadamente planos, libres de malas intenciones, donde no hay subidas ni bajadas emocionales.
-Diálogos vacíos: Ornamentos a los que recurre el autor cuando se queda en blanco.
-Extremadamente informativos: Diálogos que si bien suministran información importante, carecen de emocionalidad e intención dramática. No enganchan al lector.
-Discursos incoherentes: Diálogos que no obedecen a las características sicológicas y sociales del personaje. 

LA IMPORTANCIA DE LOS INCISOS
Para concluir explicaré brevemente la importancia de los incisos en la construcción de los diálogos. Recordemos que un inciso es la intervención del narrador para indicar quién habla o para ampliar la información sobre alguno detalle en torno a lo que se dice, convirtiéndose así en un poderoso instrumento para darle vitalidad a la historia.

Veamos un ejemplo sencillo, analizando cada una de las posibilidades que abre el autor a través de los incisos. 
Raúl está en casa, se prepara para salir y al abrir la puerta llega Mariana, su ex novia. La hace pasar.
-¿Te quieres sentar? –le dice al tiempo que le aproxima una silla-.
-¿Te quieres sentar? –le dice y esconde la silla bajo la mesa-.
-¿Te quieres sentar? –le dice mirando su reloj de pulsera-.
-¿Te quieres sentar? –le dice y luego le ofrece café-. 

Fíjate cómo varía el significado del parlamento en la medida que el autor incide. De los incisos depende el tono, la atmósfera sicológica, es decir, la intencionalidad del discurso.

PUNTUACIÓN CORRECTA EN LOS DIÁLOGOS 

Iniciando el parlamento, el guión (-) va al lado de la palabra que le sigue: 

-En todo caso, quédate. 

Cuando el parlamento va a continuación de un inciso, no lleva antes el guión:
-La sombra de los hombres se alargaba en la pared –dijo el informante-. Pero esa noche era más grande que siempre. 

Los incisos siempre se abren y cierran con guiones como en el ejemplo anterior y los signos de puntuación (coma, punto y coma, punto y seguido) van después del segundo guión.

EJERCICIO:
Una pareja observa una copia del cuadro expresionista El grito de Edvard Munch y hablan de la obra de arte cuando en realidad quieren romper su relación (sentimental, de negocios, etc.).
Desarrolla un relato breve donde predomine el diálogo como recurso literario. Considera las técnicas suministradas en este capítulo: matices, emoción y sobretodo intencionalidad. Recuerda sugerir más de lo que dices.

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